Hoy continúa en la memoria colectiva de las y los jóvenes comunistas el asesinato de los camaradas, cinco vidas arrebatadas por la ultraderecha, siendo sus herederos, amparados por el Estado de Derecho y por una transición a medio hacer basada en la mentira y el olvido, los que continúan arrebatando nuestro futuro. Treinta seis años después, la lucha por la libertad y la democracia que estos abogados libraron sigue más vigente que nunca. La batalla por la conquista de los derechos laborales que llevaron a cabo, es la misma a la que nosotras y nosotros nos enfrentamos en la actualidad.
Por ello, la Juventud Comunista entiende el deber permanecer en las calles con el fin de lograr la transformación de una sociedad que desgraciadamente sigue amparando a la ultraderecha que presta servicio al sistema. A pesar de los ataques sufridos, el miedo no conseguirá doblegarnos ni ante la represión ni ante los ataques que sufre la clase obrera por parte del gobierno y la patronal. A medida que nuestros derechos se merman, la determinación y el compromiso de la juventud aumenta, alimentada por el recuerdo de héroes como a los que hoy les rendimos homenaje, aquellos abogados que perdieron la vida en el despacho del número 55 de la madrileña calle Atocha.
El mejor homenaje, continuar la lucha
No olvidamos
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